domingo, 29 de diciembre de 2013

487 PALABRAS y 17 AÑOS DE "PAZ"




Ya 17 años pasaron, de aquel momento histórico, que marcaba una nueva etapa, más humana para Guatemala. Y este fue la firma de los Acuerdos de Paz, un contrato social, que ponía “fin” a 36 años de conflicto armado (1960-1996), con cifras realmente escalofriantes.

A pesar de haber nacido en el ocaso de la guerra (1993) Que para cuando se firmó la Paz, tenía 3 años y meses; y pareciera fácil ver una ficha de a Q1.ºº y ver el grabado de la “paloma” que simboliza la paz y decir: “a que bueno, que ya todo cambio”…pero ¡NO! No es fácil asimilar, que 17 años después los mismos problemas que llevaron a los jóvenes del MR13 (Movimiento Revolucionario 13 de noviembre de 1963) a levantarse en armas, todavía siguen allí, y hoy con mayor fuerza.

La crisis económica siempre sigue golpeando a los de abajo, en las fincas cafetaleras, azucareras, bananeras todavía se siguen ganando salarios de hambre. Las maquilas explotan a sus empleados y muchas veces limitándole sus derechos elementales, como a las prestaciones y sindicalizarse. La población rural, indígena-campesina que es la gran mayoría, siguen siendo excluidos de la toma de decisiones, a tal punto de imponerles Estado de Sitio y hasta destacamento militar en zonas donde la población se opone a megaproyectos transnacionales de minería, hidroeléctricas, monocultivos y otros.

La Firma de los Acuerdos de Paz, abría espacios para la participación efectiva y legitima de los pueblos indígenas y campesinos, reivindicando así sus derechos que por más de 520 años les habían sido negados. Y ponía “fin a la violencia política” cesaría la persecución y la represión hacia las personas que pensaban de manera contraria al gobierno-empresarial-militar. Pero no, y no es que sea negativo, pero hoy por hoy, el campesino que reivindica sus derechos inherentes, como el derecho humano al agua, se le tacha como “terrorista” y así sucesivamente la letanía de improperios hacia las comunidades que resisten ante megaproyectos, de parte del gobierno, de parte del empresariado agremiado en el CACIF, y en la población alienada por los medios de DESinformación.

Y termino con este panfleto, poniendo en manifiesto, como a mi generación y a las que me prosiguieron, se nos niega el conocer a profundidad lo que paso en los 36 años de guerra, y las causas por las cuales se inició. Estaba en cuarto año de bachillerato, en un colegio “cristiano” y se celebraba el día de la conmemoración de las víctimas del conflicto armado (25 de febrero 2011) y según entendía yo, ese día en todos los centros educativos se hacía referencia al tema, y yo en mi pleno derecho, me avoque con la maestra de Estudios Sociales, y le dije: “maestra, enséñenos lo que paso en el Conflicto Armado” y ella me dijo: “No porque los papás se enojan” Y hoy por hoy, una sociedad castrada, alienada e indiferente.

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