RÉQUIEM PARA GREGORIO

Gregorio leyendo la Sentencia del Tribunal Octavo de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra 

el Ambiente de Guatemala, donde fue declarado INOCENTE

Gregorio de Jesús Catalán Morales, nació el 2 de enero de 1979, originario de la Aldea La Choleña perteneciente al municipio de San José del Golfo del departamento de Guatemala. Padre de dos hijos. Un padre preocupado por el futuro de su familia. Motivado por defender su casa, su territorio de la amenaza minera que está instalada en la zona. Se suma al movimiento ciudadano denominado “Resistencia Pacifica La Puya” la cual durante 3 años ha estado de manera permanente y no violenta manifestando su rechazo a la operación de la empresa minera KCA y EXMINGUA, la cual fue otorgada por el Gobierno de Álvaro Colom. Dicha resistencia ha sido atacada con total hostilidad más de 3 veces por la cobardía y complicidad de quienes ostentan el poder político y se verán beneficiados por las operaciones.

Gregorio participó activamente en la resistencia, pese a ser acusado en un caso total de criminalización, del cual fue declarado INOCENTE junto a otros tres compañeros. Yo lo ví, en mi labor como activista de derechos humanos y periodista independiente, le ví caminar por el vilipendiado camino del Sistema de Justicia guatemalteco. Con una fiscalía del Ministerio Publico poco ético y poco profesional, que está siendo investigada por orden judicial.

Gregorio cumplió con su papel histórico, hizo lo que en este país está en peligro de extinción, pensó y actuó por defender un bien colectivo, pocos en este mundo logran cumplir con la misión que la vida les ha encomendado. Comparto una de las conversaciones con mi amiga América “lo que sucedió con él es terrible, pero él como tal, cumplió la más hermosa de las misiones vivir intensamente y dar su vida por sus sueños y sus anhelos muy pocos en este mundo logran cumplir esa misión”.

El largo y escabroso camino de la resistencia, de la dignidad, de la emancipación del pueblo está lleno de hombres y mujeres que han soñado, que han trabajado por lograr ver hecho realidad el mundo que soñaron, para ellos y ellas es mi admiración, por ellos y ellas es necesario continuar, es necesario avanzar, porque como escribiera el poeta rebelde, Otto René Castillo “es bello amar al mundo con los ojos de los que no han nacido todavía.”